El cine de vampiros es uno de los más prolíficos en estos últimos años, los chupasangres están de moda y hemos podido ver mil y una versiones y variaciones del mito antiguo y el personaje creado por Bram Stoker, desde delicados reflectores solares hasta animales movidos por el instinto de la sangre. Pero todos al final se reducen a lo mismo.

Y de lo mismo de siempre es de lo que habla ‘Priest, el Sicario de Dios’, film basado en un manwa (comic) coreano del mismo nombre y editado en nuestro país. No lo he leído y por eso no haré una comparativa, aunque por lo que me han dicho amigos que sí la tienen no hay mucha coincidencia con la obra base más allá de la ambientación.

La película mezcla un mundo futuro en el que la humanidad se refugia en enormes ciudades amuralladas controladas por el clero para defenderse de los vampiros. En su lucha contra estos seres, los humanos nos hemos cargado el planeta y todo son desiertos de tierra cuarteada y pueblecitos al más puro estilo western fuera de las ciudades. En estas sociedades masificadas, los sacerdotes, pieza clave en la lucha de los vampiros, viven retirados del servicio y rechazados por todos ahora que se ha vencido al enemigo. ¿Pero lo hemos vencido de verdad?

Aquí nuestros queridos chupasangres son bestias ultrarrápidas sin ojos que se guían por un instinto ciego (jeje) , y nuestro villano, aquel que pretende inclinar la balanza a favor de la sangre es toda una novedad, lo nunca visto, ¡un vampiro humano! Novedad mundial, señores, camina a la luz del día y piensa, la perdición de la humanidad interpretada por un Karl Urban que no atina con los papeles que le han ofrecido tras la saga de ‘El Señor de los Anillos’ (con alguna honrosa excepción), dibuja un malvado muy Disney, con motivaciones absurdas contra nuestro protagonista y sin sentido. En el otro lado tenemos a Paul Bettany en un papel de carapalo de los suyos, otro actor que parece que acepte lo primero que le propongan en los últimos tiempos, y mira que el hombre ha hecho cosas interesantes (era el amigo cirujano de Russel Crowe en ‘Master and Commander’), pero supongo que el dinero es el rey y hay que vivir de algo. Interpreta a un sacerdote que se rebela contra sus superiores para ir a buscar a la hija de su hermano (Stephen Moyer al otro lado del universo vampírico) que ha sido secuestrada por los chupasangres en un ataque. Un devoto cristiano que no renunciará a sus votos y cumplirá su deber como guerrero por encima de cualquier cosa. Le acompaña Hicks, sheriff y prometido de la susodicha, un papel de gallito más interesante que el que este mismo actor realizó de “tío-bueno-con-menos-frases-que-Darth-Maul” en la ridícula saga de Stephanie Meyer.

La película tiene un desarrollo casi de videojuego, con búsquedas y continuos planos generales de los protagonistas en moto atravesando las tierras baldías en busca de la chica en apuros, todo ello con muchos efectos bastante correctos. Casi toda la acción del filme se ve en los trailers salvo la “batalla final” sobre un tren que no deja de recordarme al anime japonés surrealista ‘Bobobo’ (los que lo hayan visto sabrán porqué). El final queda cojo porque parece concebido para una continuación que evidentemente no verá la luz. Es el mismo esquema que hemos visto en la anterior película del director, ‘Legión’, de nuevo con Paul Bettany de protagonista y que cuando por fin te van a contar algo interesante deciden cortar por lo sano. Es algo que se está convirtiendo en una mala costumbre en ciertas producciones de bajo presupuesto (para Hollywood, claro), y también pudimos verlo en ‘Skyline’ aunque en ese caso no es la única cosa negativa de la película. Dejar abierta la puerta por si pueden serguir estirando el chicle con una historia coja que por este motivo queda alargada y deficiente en muchos aspectos es un sinsentido que sólo contribuye a mermar la calidad del cine de fantasía futurista, que no necesita mucho para llegar más bajo; hoy en día hay que rebuscar mucho para encontrar algo decente.

En resumen, no esperéis nada de esta película, pues no es nada. Historia convencional, personajes sacados de moldes estándar y final incompleto. Lo único bueno que puedo decir es que dura apenas 90 minutos, como una peli Disney.

 

Un comentario para “El Sicario de Dios: Una más de vampiros”

  • Samu:

    A mi me ha encantado la película, tiene lo que quería mucha acción y entretenimiento¡¡¡¡ Yo la veo muy recomendable¡¡¡

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