En la primera experiencia encuestera de este blog, os pedía que opinárais sobre el nombre del blog, que a mi nunca me terminó de gustar. Cambiarlo o no cambiarlo, esa era la cuestión. Y aunque pocas, ha habido opiniones (muy mal, que sé que me leéis más gente):

- Un 0% ha votado que el nombre es una mierda como la copa de un pino, lo cual en cierto modo me alivia.
- Otro 0% es indiferente a la vida, obra y milagros de este pequeño sitio, lo cual es bueno, quiere decir que os importo algo, snif, snif.
- Un 33% (4 personas), dice que el nombre masmola mil; muy efusivas ellas, creo que no se casan con el título porque ya está comprometido, y no me asesinan para ocupar mi lugar por vagancia o porque les doy miedo. Que miedo me dáis, gruppies del blog.
- Un 16% (2 personas) dice que no está mal, pero podría ser mejor. Lo que no me han dicho es cómo podría ser mejor ni han dado nombres alternativos por si acaso. Será que son tímidos y tienen miedo escénico bloguero.
- La mayoría de vosotros, un 50% (6 personas) optáis por la opción de que os gusta el nombre, sin más. Se nota que sois sensatos y maduros, sin exaltaciones ni positivas ni negativas, lo cual dice mucho del tipo de público que atrae este rincón de perversión.
Como buena persona que soy, os voy a hacer caso y no cambiaré el título del blog, palabrita del Nota. Pero aún quiero reformarlo, espero que el monstruo de la vagancia no me venza en mi eterna batalla contra él cuando encuentre cómo hacerlo. Si alguien tiene conociemientos sobre html o sabe formas fáciles de modificar el template del blog, agradecería consejos y cosas random, grasias de hantebraso.

Deja un comentario

Notificarme los nuevos comentarios por correo electrónico. Tambien puedes suscribirte sin comentar.

Encuentranos en twitter