El Planeta de los Simios es una película de culto que dió una vuelta de tuerca a la distopía, un elemento ya explorado por la literatura en 1984, Un Mundo Feliz o en la novela homónima en la que se basa. Muchos hemos conjeturado cómo pudo empezar todo, pero al final Hollywood ha decidido tomar la batuta de nuestras suposiciones y darnos una versión “oficial”. Por suerte para nosotros, no se ha tratado de un mero sacaperras y se ha intentado tener coherencia con lo que ya había, y El Origen del Planeta de los Simios ha quedado como una película entretenida, lógica y respetuosa con las anteriores.
El protagonista de la historia es César, un chimpancé con un cerebro muy desarrollado como efecto secundario de un medicamento contra el Alzheimer que se le administra. Criado como un niño, se da cuenta de que no es su mundo ni su gente, y al verse en un refugio para chimpancés, decidirá tomar su libertad por la fuerza. Debo confesar que al principio el proyecto me pareció una forma de revivir la franquicia y que no tenía futuro; no había imágenes y las pocas que empezaron a publicarse tenían un tinte tan apocalíptico que rozaba el absurdo, viendo a personas correr despavoridas por la ciudad y a los SWAT en barricadas para detenerlos. Supongo que fue por esa manía que últimamente tienen los trailers de contarte la película, pensando que la historia era nula y que iba a ser ridícula. Pues bien, me alegra decir que me he tenido que tragar mis palabras, pues lo que hemos visto es un filme sólido, con una historia bien construida y un protagonista, César el chimpancé, que tiene carisma y del que te encariñas, comprendiendo a la perfección las motivaciones de sus actos. Andy Serkis da vida (de nuevo) a una criatura infográfica de forma impecable, un ser con unas expresiones tan humanas que asustan y que nos hacen olvidar que estamos ante un chimpancé. Sin duda, merece un Oscar, puede que no tanto por este papel como por el de Gollum, pero eso es otra historia. James Franco lucha por hacerse un lugar como actor con papeles alejados del Duende Verde de Marvel, pero en esta ocasión, aunque correcto, queda ensombrecido por el simio. Mención a las apariciones de Brian Cox y Tom Felton como padre, e hijo maltratador. Parece que este chico se ha quedado encasillado como villano, sólo le faltaba la varita, caramba.
Así que si andábais recelosos como yo por esta película atrevéos y dadle una oportunidad. Efectos espectaculares, una historia interesante y con cierto matiz en contra del trato que le damos a nuestros primos simios, pero que no emborrona el filme. Os entretendrá seguro, y César os llegará dentro.
PD: Es interesante que os quedéis a ver los créditos, ya que en cierta medida continúan un poco la historia. Y no puedo decir más sin hacer spoilers, así que ya sabéis
uf, esa delgada línea que separa la información del spoiler, bien dibujada!