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No podía ser de otra manera, tenía que volver a ese barrio pues aunque sea muy un poco cutre, el ambiente es muy acojedor. Y allá que fuí con unos amigos del internecio y Warlock, también dispuesto a repetir cuando sea. Era además una noche muy especial, pues el musical cumplía 200 funciones y había preparada una pequeña celebración con cava, los actores y los muñecos saludando a los asistentes. Algo así como un Fan Day, pero en pequeñito.

Estuve charlando con algunos de ellos (por desgracia no todos, una pena) y comprobé lo que se podía ver en el escenario: que son unos profesionales, muy simpáticos y que están encantados con su trabajo. Hablando con Isabel Malavia me pasó una cosa curiosa, y es que de repente Kate Monster (pues llevaban sus marionetas para hacerse fotos con la gente) se me quedó mirando mientras hablaba y terminé hablando con ella y no con la humana que había al otro lado! Les sale solos hablar a través de sus colegas de peluche y choca un poco que quien brinde contigo sea Nicky y no Leo Rivera, ¡pero qué diablos!, eso es parte de la magia, ¿no?

Mayka Sitté, que interpreta a Gary Coleman, se sorprendió de que fuera mi personaje favorito de la obra. Comparte el honor con Nicky, que me recuerda a mí un poco (menos por la barba, claro), pero sin duda, el niño prodigio venido a menos resulta entrañable y es el que da fuerzas a todos los protagonistas para seguir adelante, un luchador nato. Con ella me quité una pequeña duda existencial que tenía como fan, y es que al igual que la segunda vez que fuí a verles, esa noche también le dió un ataque de risa a Mayka y sentía curiosidad por saber qué había detrás de ello. “Es terrible, están siempre haciendo gestos y muecas, y tengo que decir que soy de risa fácil” me dijo entre carcajadas; sin duda se lo pasan bomba durante la función y eso lo transmiten al público, que puede sentir ese buen rollo que hay entre ellos.

No podía irme sin hablar con Noemí Gallego, paisana extremeña que llevaba entre manos a Lucy La Guarra la favorita sin duda de los chicos. O al menos de los que me acompañaban, que se hicieron fotos con ella y flirtearon intentando llevársela a hacer “ruido en su habitación”. Creo que esta mujer tiene el papel más difícil, que es el de ser la mitad muda de dos marionetas (Trekkie y Nicky). No sólo por el hecho de que no canta, sino ya por el tremendo trabajo de coordinación que tienen que tener Leo Rivera y ella para moverse como uno solo. Pero cantar sí que canta, y la he podido ver hacer de Merry Christmas estupendamente, aparte de con su Osita de las Malas Ideas (que fueron los únicos que faltaron a la fiesta, snif).

Para terminar, decir que se sigue hablando de la gira, y que ellos tienen muchas ganas de que salga adelante, no sé si más que nosotros. Sólo sé que si van a Barcelona, un amigo y yo pensamos ir para allá y repetir una vez más, ¡y así hacemos turismo!

Me quedé con ganas de hablar algo más con Pablo Muñoz-Chápuli, y intercambiar unas palabras con Thais Curiá, Leo Rivera y Ángel Padilla. Desde aquí sólo puedo decir gracias, y que ojalá nos encontremos de nuevo ;)

PD: Podéis ver las crónicas de la primera visita y la segunda visita haciendo click los links. Y el resto de fotos de la velada en mi álbum de Picasa.

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Los que leyérais mi anterior entrada sobre Avenue Q sabréis que después de verlo, me quedé prendada de la magia de este musical. En Navidad, Zumito tuvo el detallazo de regalarme el CD con las canciones y tenía ganas de repetir. Así que liándome la manta a la cabeza el pasado viernes día 11 volvimos a visitar el barrio más acogedor de Nueva York en la compañía de mi hermano, su señora y varios amigos que iban por primera vez. 

Al haber comprado las entradas mediante una oferta online no pudimos elegir sitio y nos asustamos un poco al ver que nuestros asientos estaban en la fila 1 del patio central. “Demasiado cerca”, pensamos, habiendo todos sufrido malas experiencias en el cine con los primeros asientos, pero nada más lejos de la realidad; el Teatro Nuevo Alcalá tiene espacio suficiente hasta el escenario para tener unas vistas excepcionales, además de poder observar el gran trabajo de los músicos que ponen en directo la música.

La función estuvo genial, todos los primerizos quedaron encantados y salieron con ese aire de “mi vida es una mierda pero estoy feliz” que nos envuelve a todos los que hemos disfrutado con este espectáculo. Pero para los veteranos fue mucho más allá, pues Avenue Q ha ido evolucionando y madurando a lo largo de las funciones y en esta ocasión nos ofreció algo totalmente nuevo, sin darnos un momento de respiro y sorprendiéndonos para bien. “La magia del teatro” dicen, pero el caso es que se nota que disfrutan enriqueciendola; cosas de que sea una adaptación parcial del libreto original, se pueden tomar ciertas licencias creativas :)

Personalmente me quedo con dos momentos del musical:

  1. El tema “ruido en tu habitación”, que comenzó ya con aplausos mientras cambiaban de escena con la intro musical a la canción, y unos Princeton y Kate desatados en sus juegos de cama. Se nota que les gusta esta parte y que la disfrutan.
  2. Esto es una apreciación personal del buen rollo general entre los actores y la capacidad de recuperación que tienen ante los imprevistos: Leo Rivera le provocó un ataque de risa a Mayka Sitté casi al final (sospecho que llevaban así toda la función) y los compañeros rápidamente le echaron un capote para que pudiera continuar. No se notó para la mayoría, todo hay que decirlo. Muchos lo verán como falta de profesionalidad, yo en cambio lo veo como una prueba de la misma y una anécdota divertida.Hablando de los actores he de decir que Isabel Malavia, a quien no había visto en acción realizó una interpretación de Kate y Lucy sobresaliente, y en “sólo un paso hay” confieso que logró sacarme una lagrimilla. Leo Rivera y Ángel Padilla fantásticos como la otra vez, con todo el peso que llevan en la obra consiguen superarse. Mayka Sitté grande como siempre haciendo del ex-niño prodigio Gary Coleman al igual que Pablo Muñoz-Chápuli. Ser la mano invisible que termina de interpretar a Trekkie y Nicky es duro y un trabajo poco reconocido, pero Inma Mira lo hizo de lujo y nos dejó una Osita de las Malas Ideas diferente y no sé si con peores intenciones aún. A Merry Christmas la interpretaba Noemí Gallego, convirtiendo a mi japonesa favorita en más bruta y más lenguaraz que nunca :)

Como buena fan, encontrarme a la salida con Ángel Padilla fue una oportunidad que no podía desaprovechar y me hice una foto con él. La dejo aquí pidiendo disculpas por el asalto y derribo, ya que iba con prisas. Aún así, gracias.
En resumen, más fresco que una lechuga y con mucha vida por delante, si visitas Avenue Q una vez, te enamorarás del barrio; pero si vuelves una segunda vez querrás mudarte ;)

PD: Podéis ver el resto de las fotos en mi album de Picasa
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Como buena niña que ha crecido con Disney, era obligado esta semana ver Enredados. El nuevo clásico de la factoría de sueños es el primero realizado por completo en 3D y tras el fracaso de Tiana y el Sapo es la esperanza del estudio por recuperar un público que se le escapa. La historia es la de Rapunzel, la chica con el pelo kilométrico que está atrapada en una torre, un cuento clásico de los hermanos Grimm que os reproduzco gracias a los cuentos de hadas:

Había una vez… una pareja feliz que desde hacía mucho tiempo deseaban tener un hijo o una hija. Un día, la mujer sintió que su deseo ¡por fin! se iba a realizar.

Su casa tenía una pequeña ventana en la parte de atrás, desde donde se podía ver un jardín magnífico lleno de flores hermosas y de toda clase de plantas, árboles frutales y verduras maravillosas. Estaba rodeado por una muralla alta y nadie se atrevía a entrar porque allí vivía una bruja.

Un día, mirando hacia el jardín, la mujer se fijó en un árbol cargadito de espléndidas manzanas que se veían tan frescas y tan deliciosas que ansiaba comerlas. Su deseo crecía día a día y, como pensaba que nunca podría comerlas, comenzó a debilitarse, a perder peso y se puso pálida y frágil. Comenzaba a enfermarse.

Su esposo se preocupó y le preguntó:

—¿Qué te pasa, querida esposa?

—Ay —dijo—, ¡si no puedo comer unas manzanas del huerto que está detrás de nuestra casa, moriré!

Su esposo, que la amaba mucho, le respondió:

—No permitiré que fallezcas, querida.

Cuando oscureció, el hombre trepó la pared, entró en el jardín de la bruja y rápidamente cogió algunas de aquellas manzanas tan rojas, las fue metiendo en un pequeño saco que llevaba y corrió a entregárselas a su esposa. Ella, de inmediato, comenzó a comerlas con deleite saboreando hasta el último pedacito. Eran tan deliciosas que al día siguiente creció su deseo por comer más.

Para mantenerla contenta, su esposo sabía que tenía que ser valiente e ir al huerto otra vez. Esperó toda la tarde hasta que oscureció, pero cuando saltó la pared, se encontró cara a cara con la bruja.

—¿Cómo te atreves a entrar en mi huerto a robarte mis manzanas? —dijo ella furiosa.

—¡Ay! —contestó él—, tuve que hacerlo, tuve que venir aquí porque me sentí obligado por el peligro que amenaza a mi esposa. Ella vio tus manzanas desde la ventana y fue tan grande su deseo de comerlas que pensó que moriría si no saboreaba algunas.

Entonces la bruja dijo:

—Si es verdad lo que me has dicho, permitiré que tomes cuantas manzanas quieras, pero a cambio me tienes que dar el hijo que tu esposa va a tener. Tendrá un buen hogar y yo seré su madre.

El hombre estaba tan aterrorizado que aceptó. Cuando su esposa dio a luz una pequeña niña, la bruja vino a su casa y se la llevó. La llamó Rapunzel.

Rapunzel llegó a ser la niña más hermosa de todo el planeta. Cuando cumplió doce años, la bruja la encerró en una torre en medio de un tupido bosque. La torre no tenía escaleras ni puertas, sólo una pequeña ventana en lo alto. Cada vez que la bruja quería subir a lo alto de la torre, se paraba bajo la ventana y gritaba:

—¡Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza de oro!

Rapunzel tenía un maravilloso y abundante cabello largo, dorado como el sol. Parecía de oro. Siempre que escuchaba el llamado de la bruja se soltaba el cabello, lo ataba alrededor de uno de los ganchos de la ventana y lo dejaba caer al piso. Entonces la bruja trepaba por la trenza de oro.

Un día un príncipe, que cabalgaba por el bosque, pasó por la torre y escuchó una canción tan gloriosa que se acercó para escuchar.

Quien cantaba era Rapunzel. Atraído por tan melodiosa voz, el príncipe buscó una puerta o una ventana para entrar a la torre pero todo fue en vano. Sin embargo, la canción le había llegado tan profundo al corazón, que lo hizo regresar al bosque todos los días para escucharla.

Uno de esos días, vio a la bruja acercarse a los pies de la torre. El príncipe se escondió detrás de un árbol para observar y la escuchó decir:

—¡Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza de oro!

Rapunzel dejó caer su larga trenza y la bruja trepó hasta la ventana.

—¡Oh, es así como se entra a la torre! —se dijo el príncipe—. Tendré que probar mi suerte.

Al día siguiente al oscurecer, fue a la torre y llamó:

—¡Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza de oro!

El cabello de Rapunzel cayó de inmediato y el príncipe subió. Al principio Rapunzel estaba muy asustada al ver a un hombre extraño, pero el príncipe le dijo gentilmente que la había escuchado cantar y que su dulce melodía le había robado el corazón.

Entonces Rapunzel olvidó su temor. El príncipe le preguntó si le gustaría ser su esposa a lo cual accedió de inmediato y sin pensarlo mucho porque —además de que lo vio joven y bello— estaba deseosa de salir del dominio de esa mala bruja que la tenía presa en aquel tenebroso castillo. El príncipe la venía a visitar todas las noches y la bruja, que venía sólo durante el día, no sabía nada.

Un día, en su ascenso, la bruja le dio un gran tirón en la trenza a Rapunzel y ella reaccionó cometiendo una terrible equivocación; le preguntó:

—Dime, ¿por qué eres tan pesada que me tiras del cabello, mientras que el príncipe sube hacia mí, rápido y sin hacerme daño?

—Niña perversa —gritó la bruja—, ¿qué es lo que escucho? ¡Así es que me has estado engañando!

En su furia, la bruja tomó el hermoso cabello de Rapunzel, lo enrolló un par de veces alrededor de su mano y, rápidamente, se lo cortó. Todo el cabello de oro y las maravillosas trenzas cayeron al piso. Después la bruja llevó a Rapunzel a un lugar remoto y la abandonó para que viviera en soledad.

Esa tarde, cuando oscurecía, la bruja se escondió en la torre. Pronto llegó el hijo del rey y llamó:

—¡Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza de oro!

Cuando la bruja escuchó el llamado del príncipe, amarró el cabello de la pobre Rapunzel a un gancho de la ventana y lo dejó caer al suelo. El príncipe trepó hasta la ventana y cuál no sería su sorpresa cuando se encontró con la malvada bruja en lugar de su dulce Rapunzel.

Ella lo miró con ojos perversos y diabólicos y le dijo:

—Has perdido a Rapunzel para siempre. ¡Nunca más la verás otra vez.!

El príncipe estaba desolado. Para colmo de su desgracia, se cayó desde la ventana sobre un matorral de zarza. No murió, pero las espinas del matorral lo dejaron ciego.

Incapaz de vivir sin Rapunzel, el príncipe se internó en el bosque. Vivió muchos años comiendo frutas y raíces, hasta que un día, por casualidad, llegó al solitario lugar donde Rapunzel vivía en la miseria.

De repente, escuchó una melodiosa voz que le era conocida y se dirigió hacia ella. Cuando estaba cerca, Rapunzel lo reconoció. Al verlo se volvió loca de alegría, pero se puso triste cuando se dio cuenta de su ceguera. Lo abrazó tiernamente y lloró.

Sus lágrimas cayeron sobre los ojos del príncipe ciego. De inmediato, los ojos de él se llenaron de luz y pudo ver como antes. Entonces, feliz de estar reunido con su amor, se llevó a Rapunzel a su reino, en donde se casaron y vivieron felices para siempre.

Respecto al cuento, como supongo que adivinaréis, la película tiene cambios, dándole más protagonismo a Rapunzel y convirtiéndola de una chiquilla a merced de la bruja a una jovencita que quiere tomar las riendas de su destino y salir de la torre donde está confinada; también convierte al príncipe en un sinvergüenza ladrón con más cara que espalda, y alguna cosilla más “made in Disney” como los animalillos acompañantes, pero en general son modificaciones que benefician a la historia, que tiene un punto dramático bastante importante (y un poco lacrimógeno, pero no demasiado). La historia está muy bien llevada, con momentos tiernos, divertidos, persecuciones y final trepidante y feliz, muy en la línea de los clásicos de siempre, y es un gusto ver cómo Disney se pone las pilas frente a los otros grandes de la animación como Dreamworks y la Fox; y a pesar de que Pixar forme parte de Disney, el estudio propiamente dicho estaba perdiendo un poco de fuelle y perdiendo terreno. 

Vayamos a la animación, de la que destacaré el pelo. La cabellera de Rapunzel es el hilo conductor de la película y como elemento importante está muy bien cuidado. Sirva de ejemplo el hecho de que Kelly Ward, técnico de software de pelo (uno de los tres especialistas de software encargados de simular el pelo de Rapunzel y de los principales personajes de la película) se doctoró en informática con una tesis que estudiaba el pelo y lleva diez años especializándose en esta área. Eso quiere decir que casi puedes tocar los pelos de la rubita y parece que sea de verdad, todo un logro en mi opinión, ya que la última inversión en tecnología del cabello no fue muy realista por mucho que dijeran. El resto de la animación muy fluída y en general sin pegas, cada vez son más expresivos los personajes humanos (y animales) y en especial los ojos de los protagonistas transmiten las emociones de una forma que no había visto antes.

Tercer punto, los personajes. Diré que Rapunzel es la primera princesa Disney con paletos y que eso la hace más que mona, aparte de esos ojazos expresivos que tiene. Muy vital e incluso “aniñada”, pero claro, si yo estuvera 18 años en una torre sin salir también me pondría histérica al salir. El guaperas de Flynt me recuerda a Aladdín por el movimiento de cejas que tiene, el peinado y el desparpajo, pero sólo es un vago recuerdo, ya que este sinvergüenza es más conquistador caradura que nuestro árabe favorito. Y la mala malísima, Madre Gothel, tiene un parecido con Michelle Pfeiffer que asusta.

La banda sonora corre en esta ocasión a cargo del oscarizado Alan Menken, especialista en hacer que nos acordemos de los musicales de broadway con temas como “Madre sabe más”. Sin duda es el mejor de los mejores para darle a Enredados una entidad propia, y unas canciones que se hacen pegadizas, aunque a mí esta vez no me ha pasado posiblemente porque estaba más interesada en la parte visual. Pero una escucha del CD lo arregla, tranquilos.

En resumen, es agradable volver a ver a Disney hacer lo que mejor saben: cuentos. Y espero que esta película sea un comienzo de una nueva etapa para el estudio. Como buena niña Disney que soy.

Por si esta parrafada no os ha convencido, os daré tres razones para ir a verla:

  1. Nunca me he reído hasta llorar con una película de Disney, y esta lo ha conseguido. Dos veces.
  2. El pelo. Tenéis que ver lo que han conseguido con la textura del pelo.
  3. Maximus y Pascal. Quiero un camaleón.
Para quien tenga curiosidad, os dejo un enlace a un reportaje exhaustivo del blog Informemos de Disney en el que encontraréis bocetos, clips, entrevistas y muchas curiosidades sobre la realización de esta película, que lo disfrutéis.

Hace ya unos añitos me pasaron un vídeo muy divertido con personajes del WoW y una canción que decía “internet is for porn”; puede que muchos lo recordéis, pero para los que no caigan o no lo conozcan os lo pongo por aquí:


Esta pequeña joya se hizo muy famosa alrededor del mundo, y hace poco descubrí que la canción era de un musical, Avenue Q.
Esto hubiera quedado como una chorrada más de las que veo si no fuera porque hace poco Zumito no hubiese recibido de una de esas webs con descuentos especiales una oferta para ver este musical, que había llegado a Madrid. Evidentemente, la cogió, le encantó y me invitó a verlo. Ni qué decir tiene que salí riéndome a carcajadas.

Y es que este musical es diferente, fresco, divertido hasta decir basta, apto sólo para la gente que sepa reirse de las miserias de la vida….y con muñecos. Los actores manejan muñecos del estilo de Barrio Sésamo, que interaccionan con los actores de carne y hueso, aunque aquí no hay muros que oculten a los “marionetistas” y van suspendidos de las manos de éstos por todo el escenario. Suena raro, pero es curioso y en seguida te acostumbras y dejas de fijarte en ello.

Este original musical cuenta la historia de Princeton, un recién licenciado que llega a Nueva York en busca de trabajo y lleno de ilusiones, pero no tiene dinero ni para pagar un apartamento decente y termina en Avenue Q, el barrio más cutre y barato de Manhattan. Allí conocerá a los vecinos, todos muy peculiares y con problemas que hacen que sus vidas sean una mierda:

  • Princeton: Recién licenciado inocente y lleno de ilusiones que se muda a uno de los apartamentos de Avenue Q.
  • Kate Monster: Jovencita que trabaja de maestra en una escuela mientras intenta cumplir sus sueños profesionales y encontrar un novio.
  • Rod: Asesor financiero estirado y facha que comparte piso con Nicki.
  • Nicki: Compañero de piso de Rod, desordenado y sin ocupación.
  • Trekkie Monster: Gruñón y siempre encerrado en su piso, es adicto a internet y al porno.
  • Ositos de las malas ideas: Son muy monos, pero son la peor de las compañías.

Como personajes de carne y hueso tenemos a Brian, un cómico frustrado que vive con Merry Christmas, una japonesa que es terapeuta aunque no tiene muchos clientes y Gary Coleman, antiguo niño prodigio venido a menos que se encarga de el mantenimiento del edificio.
A través de sus vidas veremos una visión sarcástica del mundo en que vivimos y las relaciones con los demás, todo ello con mucho ritmo. No hay mucho más que pueda decir, sólo dejaros un par de vídeos para animaros a que la veáis mientras esté en cartel, os aseguro que merece la pena. El primero es el comienzo de la obra, para que os hagáis una idea de cómo es el montaje:

El segundo es una actuación que hicieron en el programa de Buenafuente, con entrevista incluída, espero que lo disfrutéis ;)

Pero por mucho que me guste, puede que no a todo el mundo le pase igual; detrás de nosotros había sentadas unas auténticas “señoras que” que en el descanso declararon que les parecía chabacano y grosero. Claro que, si eres una pija añeja que no sabe lo que es la escasez y tener que luchar para conseguir algo en el mundo, es normal que no entiendas la mitad de los chistes, y la otra mitad, como son sobre cosas modernas, pues tampoco los coges. Lo que no entiendo es qué hacían esas apergaminadas que van a Nueva York y a Londres al teatro en una obra del pueblo llano.¿La fama que la precedía, tal vez? Me da igual, como no creo que tenga lectores de alto standing la seguiré recomendando hasta la saciedad. Espero que os animéis y le déis una oportunidad, en serio, yo me lo pasé teta y sería capaz de repetir :D


Fotos by Zumito

Yo clasifico las series en tres categorías: las que no me gustan, las que me resultan indiferentes y las que gustan. Y dentro de este último grupo, a veces, hay una serie que se sale de la escala y me provoca una especie de obsesión temporal. Ahora mismo, Glee se encuentra en este lugar.

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La publicidad que Antena 3 ha hecho de ella ha producido repulsa de conocidos e intento que le den una oportunidad, pero en general, la gente recela de esta serie. ¿Por qué? Creo que la principal razón tiene nombre propio se llama High on the School Musical. Pues bien, no nos equivoquemos, la única diferencia entre ambas es que cantan y están ambientadas en un instituto. Punto final.
¿Y qué es Glee? Como he dicho antes, una serie de instituto con la particularidad de que es musical, pero en plan guapo. Los protagonistas son los miembros del coro de un instituto, formado por los parias, y sus esfuerzos por llegar a ser alguien y dejar de ser unos freaks. Al otro lado del ring tenemos al exitoso equipo de animadoras, dirigido por la versión femenina de Clint Eastwood, que intentará cerrar el Glee club para quedarse con su presupuesto. Y en medio tenemos a variopintos personajes, profesores y familiares de los protagonistas, con sus taraduras mentales, que sumadas a las de los protagonistas, hacen un coctel muy divertido, aliñado con canciones y coreografías de temas de todos los estilos y épocas (una GRAN diferencia con HSM). Presentemos a sus protagonistas:

- Will Schuester: Profesor de español del instituto y antiguo miembro del glee club, que decide hacerse cargo de los chicos protagonistas porque ve mucho talento y posibilidades, y quiere que el club recupere el estatus que tenía en su época. Está casado con su novia del instituto, que era animadora, una mujer manipuladora que lo retendrá junto a ella a cualquier precio.

 

- Sue Sylvester: Entrenadora del equipo de animadoras y responsable directa de su éxito. Sue es una oda al desprecio humano con patas, todos están por debajo de ella, incluído el director, y lo hace notar siempre que puede. El glee club le ha arrebatado parte del presupuesto y está decidida a acabar con él y con Schuester, por mantenerlo vivo y darles confianza a esa panda de alimañas. No importa el método, lo conseguirá sí o sí, por algo es Sue Sylvester. Sin duda mi personaje preferido.

- Rachel Berry: Yo la defino como tarada, y con bastante razón; extremadamente competitiva y obsesionada con triunfar y ser una estrella, estar en el glee club siendo este el escalafón más bajo del instituto la coloca en la dificil situación de hacer lo posible para brillar como una estrella (ella, no el club). Esta obsesión enfermiza con el éxito personal le traerá problemas con los demás miembros del club,cuestionando continuamente las decisiones del profesor Schuester, que obviamente no elige lo mejor para ella el club (según ella). Está coladita por los huesos de Finn.

 

- Finn Hudson: Quarterback del equipo de fútbol y miembro forzoso en un principio del glee club. Es un tipo enorme y muy bonachón a que no le gusta meterse con los que están por debajo socialmente de los miembros de del equipo (especialmente los miembros del glee club). Estar en el glee club y el equipo le supondrá un conflicto de intereses entre hacer lo que le gusta y conservar su estatus. Sale con Quinn aunque también le mola Rachel (personalmente no sé porqué).

 

- Kurt Hummel: Kurt vive en un armario de 2 cm de fondo con las puertas abiertas, pero se niega a salir de él. Tiene un gusto exquisito para la moda y tiene un tono de voz completamente femenino. El glee club le dará la oportunidad de, poco a poco, aceptarse a sí mismo. Muy amigo de Merecedes. Es el estilo en persona y uno de mis personajes favoritos.

 

- Mercedes Jones: Afroamericana chunga de la serie, de carácter fuerte y muy orgullosa. Tiene un tremendo vozarrón que proporciona algunos momentos vocales para poner pelos como escarpias (como su And I am telling I’m not going). Muy amiga de Kurt y una de las voces que más me gustan.

- Artie Abrams: Parapléjico que toca la guitarra y empollón, siempre positivo y de buen humor. Le hace tilín Tina y hace pareja vocal con Mercedes. Como nota curiosa, hubo muchas protestas por escoger a un actor que no fuese parapléjico (lo cual es comprensible, pero veo difícil encontrar a un buen cantante en silla de ruedas).

 

- Tina Cohen-Chang: La gótica del grupo, tímida y tartamuda, aunque sólo hablando y cuando se pone nerviosa. En mi opiniòn una voz poco explotada.

 


- Noah “Puck” Puckerman: Miembro también del equipo de fútbol, se define a sí mismo como un tiburón sexual. Es un canalla al que le guía el cerebro que hay entre sus piernas, que cree que el orden de clases en el instituto es necesario y que necesita ser temido por los demás. Le gusta Quinn, aunque sale con Santana.

 

- Quinn Fabray: Novia de Finn y capitana de las animadoras. Ella, Santana (lista como un zorro) y Brittany (tonta como una piedra) son las infiltradas de Sue Sylvester para sabotear el glee club.

 

 

- Emma Pillsbury: Orientadora del instituto. Es maníaco compulsiva y tiene un serio problema con la limpieza y los gérmenes. El entrenador del equipo de fútbol intenta conquistarla, pero ella sólo tiene ojos para Will Schuester.

Como podéis ver, la mezcla de personajes es muy variada, y hay cosas que surgen aquí y allí a lo largo de la serie, todo en clave de comedia aunque siempre hay momento para los sentimientos y rollos estudiantiles y alguna que otra lección moral típica de las series americanas, pero se sobrelleva bien. Los números musicales están bastante bien, como he dicho antes son variados y tenemos los corales y algunos individuales con todos los personajes, con todo tipo de estilos lo cual, si te gusta un poco la música mola, porque siempre hay canciones que no conoces y te descubre nuevos grupos. Para terminar os dejaré un par de clips que me encantan:

Esta promo del capítulo 3 me encanta, y Kurt es tan…..Kurt xD

Fragmento del episodio 17, marcándose un peaso baile de MC Hammer. ¿Por qué? Tendréis que verlo para averiguarlo, porque hay una razón, yeah.
La serie se encuentra en su primera temporada, aunque está siendo un fenómeno de masas en EEUU (y aquí poco a poco va teniendo su público). Si os interesa verla, la emmiten en la Fox, y antes también en .Neox, pero la tienen suspendida de momento. Una última cosa, da igual cómo os lo anuncien en la televisión, lo que van a poner en nada en España NO ES LA SEGUNDA TEMPORADA, sino la segunda parte de la primera temporada, pues como algunos sabréis, en EEUU se hace un parón en navidades en todas las series y después de un mes y pico se retoman de forma normal. Avisados quedáis, gleeks.

Siguiendo la iniciativa de mis amigas las nubecitas, y aprovechando que el buen tiempo primaveral invita a la actividad, me gustaría proponer una cosa. Estas buenas mujeres, en su fantabuloso blog (que deberíais seguir) a propósito de haber visto Slumdog Millionaire, pensaron que sería divertido que sus lectores les mandaran un vídeo de ellos mismos bailando Jai Ho!, la oscarizada canción que aparece en los créditos, y que tiene una coreografía made in Bollywood bastante pegadiza. Como en parte es culpa mía que se decidieran a hacer la convocatoria y prefiero postear chorradas en lugar de hablar de la película en sí creo que sería buena idea ampliar la convocatoria a mis lectores, aunque sé que algunos leéis los dos blogs. Así que animáos y mandadme un vídeo de vosotros bailando un paso o varios de Jai Ho! a la dirección del lateral (o a ellas, como veáis). De plazo tenéis hasta el 24 de Abril.

“¿Y por qué voy a mandar un vídeo haciendo bailando ese baile raro?¡Con lo bien que estoy yo en el sofá rascándome la pelusilla del ombligo!”, diréis algunos de vosotros. Pues porque servidora va a aportar su granito de arena y va a bailar completa la canción, al igual que el resto de las perversas mentes que gestaron este proyecto. Y porque no hace falta que se os vea la cara en el vídeo, todos sabemos que las máscaras, gorras y pasamontañas sirven bien para estos propósitos. Así que no seáis tímidos y mandadnos vuestro propio Jai Ho!

Os dejo con la canción, para aquellos que no la conozcáis :P


Jai Ho – Slumdog MillionaireThe most amazing videos are a click away

Pensaba dedicar mi primera entrada a Harry Potter, pero puesto que desvelaría detalles de la trama y casi nadie se ha leído el libro en inglés, voy a esperar una o dos semanas para darle tiempo al personal para terminarlo. Así pues, hablaré de la última película que he visto, Sweeney Todd.

Por tercera vez en su carrera, Tim Burton nos presenta un musical, aunque esta vez basado en el libreto del compositor Stephen Sondheim, que a su vez se basó en la historia de un asesino en serie que en el Londres del siglo XIX mató a decenas de personas haciéndose pasar por barbero. La obra de Broadway parece hecha a la medida de Burton, quien con su toque personal le da al filme un ambiente lóbrego que le va que ni pintado, retratando los bajos fondos de Londres con una fidelidad asombrosa y constituyendo un marco ideal para esta historia de traición y venganza. El guión hila con maestría el drama, lo macabro, el absurdo y la comedia, consiguiendo que el espectador disfrute se quede pegado a su asiento, canturreando las melodías, se ría con la sra. Lovett (a este respecto, el tema “A Little Priest” es hilarante), y quede fascinado por la tan bella ejecución de esta historia.

Benjamin Barker (Johnny Depp) era un barbero con una mujer de la que se quedó prendado el Juez Turpin (Alan Rickman); para conseguirla, acusa a Barker falsamente y lo envía a prisión. Años después, el barbero escapa y al regresar a la ciudad se entera de que su mujer ha muerto y Turpin es el tutor de su hija. La rabia que siente en su interior le impulsará a vengarse pasando por encima de quien haga falta, con la inestimable ayuda de la Sra. Lovett (Helena Bonham-Carter), una vecina suya. Depp consigue una interpretación muy en su línea de los personajes torturados que le proporciona Tim Burton, alguien que habiéndolo perdido todo se agarra a lo único que le queda, la venganza. Una mente torturada al borde de una locura sangrienta que la sra. Lovett consigue catalizar y contener a duras penas. Johnny Depp dota a Sweeney Todd de mucha fuerza, pero contenida y a punto de explotar; incluso sientes la tortura interior, la culpa y la infinita pena y soledad al haberlo perdido todo. La única pega que le veo es el acento británico, que imita a duras penas y que da como resultado un habla tipo Jack Sparrow. Helena Bonham-Carter nos muestra una Sra. Lovett que se toma las desavenencias de la vida con filosofía y las acepta, y se vuelca por completo en ayudar a Todd en su plan de venganza. Quizá un poco “pasota” con todo lo que ocurre a su alrededor, pero en general correcta. Alan Rickman, como siempre, en su línea de inglés estirado, y que hubo un momento en el que no pude evitar pensar que el Profesor Snape le ha marcado, o que él ha marcado a Snape (quien la haya visto puede que sepa a qué me refiero).

Y ahora vamos a lo importante, la valoración musical. La partitura es la misma del musical de Broadway, que de por sí es fantástica, pero que con la grabación en estudio gana muchos puntos y que, una vez más, parece hecha a la medida de Tim Burton. Las interpretaciones están muy bien, si nos atenemos a que ninguno de los intérpretes son cantantes profesionales, pero vamos a verlas de forma individual:

- Sweeney Todd: Si dejamos atrás el detalle con el acento británico de más arriba, la interpretación de Johnny Depp es muy buena, únicamente se le puede achacar que canta en susurros, no sube mucho la voz y eso le quita carácter a una interpretación muy buena.
- Sra. Lovett: Este personaje tiene una partitura difícil, con muchos cambios de tono y muy bruscos, y la verdad es que Helena Bonham-Carter tiene mi admiración por enfrentarse a ello. Su interpretación no hace alarde de grandes vibratto, pero en cambio consigue una ejecución muy buena. La pega en este caso viene por la apatía de su interpretación en general, que se extiende a la parte cantada, muy etérea, y a veces no termina de gustarme.

No voy a comentar todos los personajes, básicamente porque es muy tarde y hasta los perros madrugan. Os dejo un par de canciones (sin spoilers) para quien no haya visto la película aún:

Sweeney Todd – No Place Like London

Sweeney Todd – The Worst Pies in London

Para terminar, mi opinión sobre la película, que en general es muy buena. Un gran guión, unos grandes actores, un gran director y una gran partitura suelen ser garantía de un gran musical, y éste es el caso. Como todo, tiene sus defectos, pero la película perfecta no existe. Así que recomiendo darle una oportunidad: Los ambientes lóbregos made in Burton sirven perfectamente a la ambientación, los actores tienen unas interpretaciones muy buenas y la música (alma de este género) es magnífica. Y si además te gusta alguno de sus intérpretes o eres fan del director, no hace falta que diga mucho. Eso sí, la historia está “regada”, no han escatimado con la sangre. Quedan advertidos.

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